Intercambio anónimo de prendas de vestir
Acción colectiva
Trabajo realizado en el marco de la Residencia COMUNITARIA
en el pueblo Martínez de Hoz, partido de Lincoln, Buenos Aires, Argentina.
Noviembre de 2017
Cuando llegué al pueblo, P., quien me alojaría en su casa, me ofreció su
cama. Él dormiría en un colchón en otra habitación. Cambiamos las
sábanas aunque las que estaban ya estaban limpias, pues las había
cambiado esa mañana. Luego me preguntó si había llevado camisón. "Tomá, me
dijo, por si no trajiste", y sacó una blusa de un
cajón.
Esta
acción es fruto de una
experiencia de campo realizada en Martínez de Hoz, localidad
perteneciente al
partido de Lincoln, provincia de Buenos Aires. En esta comunidad todxs
lxs vecinxs se conocen entre sí, hay muy buena
predisposición a la reunión, al diálogo, al encuentro casual callejero, y
son muy amables y cordiales, cosas que noté desde el primer momento.
Pero están atravesados por una problemática, incluso podríamos decir una
pena, de índole afectiva y geográfica. La gente se está yendo. La gente mayor fallece, lxs jóvenes se van a estudiar a la ciudad, y las casas
van quedando vacías. La sensación de abandono es general. A esto se
agrega una curiosa situación: el pueblo está situado a 2 kilómetros de
donde fue fundado originalmente, lugar donde ahora sólo queda una
estación de tren en desuso, una metalúrgica y algunas pocas casas
abandonadas y usurpadas. Prácticamente nadie va a este lugar. Les
resulta ajeno.
Todo esto me llevó a la idea de generar una forma de relación y de contacto alternativa, proponer una acción colectiva, un movimiento lúdico, que pudiera correr a lxs vecinxs de Martínez de Hoz de sus lugar habitual, y concebir el espacio, el vacío, la distancia y al otrx, de una manera diferente. La acción consistió entonces en un intercambio anónimo en el que lxs participantes daban una prenda en calidad de préstamo a un vecinx, y recibían otra que tenían que usar. La prenda iba con una pregunta adjunta, dirigida por parte del dueñx de la prenda al receptor. Yo era la intermediaria: buscaba las prendas y las llevaba a sus correspondientes destinatarixs, elegidxs especialmente. El intercambio duró tres días y finalmente nos reunimos todxs en un evento público en una sala del barrio. En este evento lxs vecinxs del pueblo se encontraron cara a cara, vistiendo la ropa del otrx, pudiendo reconocer de quién era la prenda que estaban vistiendo y quién vestía la suya. Además, se abrió el diálogo para que se respondieran personalmente las preguntas enviadas junto con las prendas. El evento dio lugar al reencuentro, a las risas, a una vivencia compartida, en un tono muy amable, jocoso y en definitiva, catártico.
Todo esto me llevó a la idea de generar una forma de relación y de contacto alternativa, proponer una acción colectiva, un movimiento lúdico, que pudiera correr a lxs vecinxs de Martínez de Hoz de sus lugar habitual, y concebir el espacio, el vacío, la distancia y al otrx, de una manera diferente. La acción consistió entonces en un intercambio anónimo en el que lxs participantes daban una prenda en calidad de préstamo a un vecinx, y recibían otra que tenían que usar. La prenda iba con una pregunta adjunta, dirigida por parte del dueñx de la prenda al receptor. Yo era la intermediaria: buscaba las prendas y las llevaba a sus correspondientes destinatarixs, elegidxs especialmente. El intercambio duró tres días y finalmente nos reunimos todxs en un evento público en una sala del barrio. En este evento lxs vecinxs del pueblo se encontraron cara a cara, vistiendo la ropa del otrx, pudiendo reconocer de quién era la prenda que estaban vistiendo y quién vestía la suya. Además, se abrió el diálogo para que se respondieran personalmente las preguntas enviadas junto con las prendas. El evento dio lugar al reencuentro, a las risas, a una vivencia compartida, en un tono muy amable, jocoso y en definitiva, catártico.
Este
proyecto se funda sobre la idea de la indumentaria
como
arquitectura, como territorio que se habita desde adentro, pero además
como
superficie que nos conecta con el afuera, con lxs otrxs, portando un
cúmulo de información respecto de la identidad del usuario. Parte, a su
vez, de la observación de los modos en que lxs habitantes perciben y
habitan el
territorio
común, el pueblo, cuáles son sus deseos, cuáles sus temores, cómo
reconstruyen su historia y cómo se proyectan como comunidad. En
definitiva, cómo se representan a sí mismos, qué relato construyen de
sí. Y por último, se posiciona sobre la base de que, si bien la distancia puede doler, también es el hecho necesario para que se produzca la simbolización, le carga de sentido. Sin distancia, no hay hecho simbólico, no hay ficción, no hay representación posible.
---
---
// Distanciar: sacar los cuerpos de la escena de contacto (el
espacio-entorno-común, las calles transitadas
del pueblo) reemplazándolos por un objeto cargado de intención (el espacio-continente-propio, la prenda de vestir), que se aleja de su portador original para migarar hacia otra parte, hacia un otrx
//
Percibir el espacio
común, el pueblo, de un modo diferente: no directa sino indirectamente a
través del objeto que se desplaza, y la consciencia de ello, con la
consecuente fantasía respecto de "a dónde irá a parar", "quién se la
pondrá"
// Concebir el espacio-continente
(vacío) como posible de ser habitado de otras maneras, por otras entidades y,
por lo tanto, susceptible de transformación --- manipular el continente (dar la prenda) con la
intención de que el otrx lo use, lo llene con su particularidad, que es
distinta a la propia
// Travestirse: jugar a intercambiar
individualidades, roles --- ponerse
en el lugar del otrx / verse reflejado en el otrx// Poner en cuestión la confianza (en unx mismx, en el otrx y en la intermediaria) y el gesto afectivo de dar
---
Enormemente agradecida con lxs vecinxs de Martínez de Hoz, que participaron,
acompañaron y permitieron que esta acción pudiera ser posible.
Noviembre de 2017
acompañaron y permitieron que esta acción pudiera ser posible.
Noviembre de 2017