Y aquí
estoy,
observadora
por momentos,
separada.
Fundida
otras veces,
integrada.
Y me doy
cuenta
que si no lo
observara
no sabría de
él
y no sabría
de mí,
ni de todas
las cosas.
Del mismo
modo
que si no lo
abrazara
no sabría
del infinito.
Marzo de
2016